Igual que Blancanieves tuvo una hada madrina que, con ayuda de su magia, consiguió que fuera al baile en una calabaza convertida en carroza real, nuestras princesas ya tienen la suya propia. Así podrán llegar a tiempo al precioso castillo que se erige en lo alto de la montaña y conseguir, por fin, bailar con el apuesto príncipe.
Gracias a las Hadas Madrinas.
Gracias a las Hadas Madrinas.